lunes, 13 de agosto de 2012

La final de Megan Rapinoe

Tras su gran papel en el pasado mundial y su más que sobresaliente en estos juegos, Megan Rapinoe se ha consagrado como una de las mejores centro campistas que tiene USA y una de las mejores del mundo. Pero, toda y todo aquel que hubiera seguido, más o menos, los partidos de USA en estos juegos, se daría cuenta de que en la final ni si quiera alcanzó la mitad del nivel al que nos tiene acostumbrados. ¿Qué le pasó?  ¿No tuvo el día o fueron otras razones?. Está claro que para un o una futbolista los minutos iniciales son esenciales, ya que pueden marcar el estado psicológico del jugador/a durante el resto del partido. A Rapinoe le pasó lo que no tenía que haber ocurrido. Sus pases, que dejan muchas veces con la boca abierta a cualquiera, no encontraban destinataria. En las individualidades se le echaban las contrarias encima y perdía balones que es muy raro que pierda. Incluso hubo un mal entendimiento entre Le Peibet y ella, al dejar pasar un balón y esperar a que la lateral lo recibiera, lo que causó un robo muy peligroso y que pudo haber sido gol. Uno de los pocos pases acertados iba bien encaminado pero fue muy fuerte y el balón salió por la línea de fondo. En el minuto 56, después de que Lloyd ya hubiera marcado los dos goles, Rapinoe es sustituida y sale Cheney al campo. A todos los que vieron el partido contra Canadá se les debió de caer el alma a los pies, su cara mostraba decepción consigo misma, y, despacio, fue caminando hasta la banda. Esta imagen fue borrada de la mente de algunas persona al acabar el partido y al ver como celebraba la victoria, pero en otras aún se recuerda cómo se puso el peto rosa correspondiente y se sentó en la parte alta del banquillo, callada, prácticamente sin querer hablar con nadie. Siguió el partido, USA aguantaba las envestidas de Japón, llegó el gol. En la repetición se veía cómo Pia se lamentaba en el banquillo. Rapinoe, sentada sin nadie a su lado, también lo hacía, pero sin la expresividad a la que nos tiene acostumbrados, en seguida le cambió el gesto, seguía enfadada, sabía que lo había hecho mal y que no consiguió terminar, en cierto modo, de impresionar al mundo, ya que, había tanta afición como en un partido importante masculino. No se lo podía creer, después de haber marcado contra Canadá dos de los goles que le dieron la victoria a su selección, ahora había fallado de tal manera a sus fans. Acabó el partido, la alegría estalló entre las estadounidenses. Rapinoe por un momento se olvidó de cómo jugó y empezó la fiesta. Fue corriendo a abrazar a sus compañeras, sobretodo a Solo y Lloyd, después a la grada a abrazar a Sarah Walsh, cogió la bandera americana y volvió al campo para hacerse la foto, no sin antes tropezarse con la vaya de publicidad y caer al suelo. Se hizo la foto casi cojeando. Después cogió la bandera y se fue a pasear con ella por el campo con el resto de sus compañeras, se dio la vuelta, miró otra vez a la grada y se puso a llorar. ¿A quién se lo dedicaba? Eso lo dejo en la imaginación de cada un/a.

No hay comentarios:

Publicar un comentario