sábado, 11 de agosto de 2012

La Gran Final

Japón contra USA, el partido que todos querían y que Londres nos ha dado, mejor dicho, que las dos selecciones nos han dado.
En él se enfrentaba la competitividad de USA y la tranquilidad en el juego de Japón.
Las estadounidenses siguieron con el mismo buen nivel físico, como nos tienen acostumbrados, Japón con su afán de tener el balón y de intentar tratarlo lo mejor posible.
El Sanwich de Rapinoe y Le Peibet
Comenzó el partido y USA salió presionando muy fuerte, Japón metidas en el partido pero aguantando con calma las llegadas de EEUU, éstas llegaban cada vez más y, en el minuto ocho, Carli Lloyd marcó el 0-1 para USA, a pase de Morgan, que demostró lo bien que se le dan los giros de cadera. Gol marcado de cabeza y que supuso también poner en peligro la propia cabeza de Lloyd, ya que, Wambach pensaba rematar dicho balón de bolea.
El partido continuaba, Japón despertó en cierto modo y empezó a llegar más al área rival, pero entre la defensa y Hope Solo, que fue una de las mejores del partido, desbarataron sus intentos de gol. El centro del campo de EEUU no echaba demasiado en falta a Cheney, a quien si que se echó en falta fue a Rapinoe que, después de hacer un más que gran partido contra Canadá, no le salieron de todo bien las cosas, hizo un gran pase al principio pero que no llegó a su destinataria, y ni por asomo Megan llegó al nivel de la Pinoe que conocemos todos.
Tanto una selección como otra llegaban a la portería rival y el partido se puso más interesante y así hasta que llegó el descanso.
En la segunda parte tanto una selección como la otra seguían presionando, hasta que en el minuto 53 Lloyd marcó un golazo desde fuera del área. En el minuto 56 sale Rapinoe y entra Cheney, que en mi humilde opinión, le quita dinamismo a la banda.
Celebración de uno de los goles de Lloyd
Sigue el partido y las japonesas intentan marcar y lo consiguen en el minuto 63, luchan hasta el final, sin duda en esta parte del encuentro es cuando más se destacó la gran actuación que hizo durante todo el partido Hope Solo, despejando balones que eran claros goles. Una de sus mejores paradas, y además prácticamente al final del partido, fue la que le hizo a Iwabuchi, que estaba completamente sola en el área por despiste de Rampone.
Acabó el partido y estalló la alegría en las jugadoras estadounidenses, el campo se llenó de banderas de USA, mientras que las jugadoras de Japón lloraban, pero que aún así seguían todas juntas, ya que habían conseguido una plata que, aunque al principio dejaba un sabor amargo, las convertían en subcampeonas olímpicas.

Las americanas se abrazaban entre ellas, sin duda Lloyd y Solo fueron las que más felicitaciones se llevaron, pero se lo merecían, todas se lo merecían, hicieron un gran esfuerzo y trabajaron mucho para ello, era su tercer oro olímpico consecutivo, una gesta con la que cualquiera soñaría. Dieciocho mujeres que unidas hasta el fin, incluyendo el salto con las medallas al lado de la portería, se merecen mi más sincera enhorabuena.
¡Gracias USA por hacernos disfrutar! y ¡Gracias Japón por también haber dado tan buen juego!

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